Norma EN 397: Cascos de protección para la industria

La EN 397 es la norma europea que especifica los requisitos físicos, técnicos y de rendimiento que deben cumplir los cascos de protección industrial. Su objetivo es proteger al trabajador frente a impactos producidos por la caída de objetos, descargas eléctricas o golpes en la cabeza durante tareas profesionales. Esta norma es de aplicación obligatoria en la mayoría de los entornos industriales y de construcción.

Requisitos obligatorios

  • El casco debe ofrecer protección contra impactos verticales y penetraciones de objetos punzantes.
  • Debe incorporar un sistema de sujeción ajustable que asegure una correcta estabilidad en la cabeza.
  • Los materiales deben ser resistentes al envejecimiento, al calor, al frío y a la humedad.
  • El casco debe superar ensayos de absorción de energía, resistencia a la llama y durabilidad del barboquejo.
  • Debe cumplir los requisitos generales de ergonomía y seguridad establecidos en la norma EN ISO 13688.

Requisitos opcionales

  • Resistencia a temperaturas extremas: de -20 °C a +150 °C.
  • Resistencia eléctrica hasta 440 V a.c..
  • Protección contra salpicaduras de metal fundido o exposición lateral.
  • Compatibilidad con visores, orejeras y pantallas faciales.

Uso habitual

Los cascos certificados según la norma EN 397 son esenciales para todos los sectores donde exista riesgo de impacto o caída de objetos. Su uso es común en:

Marcado obligatorio

Elemento del marcado Descripción
Nombre o marca del fabricante Identificación clara del fabricante o distribuidor responsable.
Número de norma Indicación “EN 397” seguida del año de referencia de la norma.
Rango de temperatura Por ejemplo, “-20°C / +50°C” para indicar los límites de ensayo.
Propiedades opcionales Marcado adicional con letras: “A” (resistencia lateral), “E” (eléctrico), “MM” (metal fundido).
Fecha de fabricación Mes y año de producción, impresos en el interior del casco.


Ámbitos de uso

Los cascos EN 397 son obligatorios en sectores como construcción, minería, industria pesada, mantenimiento, energía, servicios públicos y obras civiles. Su cumplimiento garantiza una protección fiable frente a impactos y caídas de objetos, contribuyendo a la seguridad del trabajador en entornos de alto riesgo.